logo_officemat2
bellas_artes_2

El Cinquecento como movimiento Artístico (1530–1600)

Si te gustó el movimiento artístico del QuattroCento sin duda este movimiento te gustará también, dado que es el siguiente paso en lo que ya se inició en dicha época. El Cinquecento como movimiento artístico está muy marcado por el antropocentrismo humanista con una fuerte inspiración en la antigüedad clásica, especialmente en lo que se refiere a imitar la naturaleza.

Este movimiento surgió en Roma y es dónde tuvo su máximo auge, con los papas romanos (Julio II, León X, Clemente VII…) como mecenas de los artistas para hacer que se expandieran dichos movimientos. Así también los artistas (Miguel Ángel Buonarroti, Donato Bramante y Rafael…) recibieron encargos para decorar las estancias papales.
Pero más tarde se fue expandiendo este movimiento por toda Europa como si de un virus se tratase. En este artículo trataremos 3 temas en los que hicieron especial énfasis:

La Justicia

  • En relación con la arquitectura se mantiene la influencia clásica en el uso de los órdenes y las técnicas constructivas.
  • Se muestra mayor lujo y suntuosidad en los palacios combinando la función práctica de la obra con la finalidad decorativa.
  • En las iglesias se utilizan plantas centralizadas pero con nuevos planteamientos arquitectónicos que se basan en el pensamiento humanista.
  • Entre las principales obras de este periodo, se pueden citar el nuevo Palacio del Vaticano, las obras del arquitecto Bramante y el arquitecto Palladio de la villa.
  • Los pintores también son innovadores y científicos, experimentando con muchas fuentes de materiales, estilos de dibujo, buscando obtener nuevos colores y la representación de las atmósferas en su trabajo. Leonardo Da Vinci fue uno de los que más se adentró en este trabajo de experimentación científica en el arte.

La última cena

  • Por la mitad del período del Cinquecento hacia su cenit se conforman gradualmente las bases del Movimiento de los Manierismos.
  • El equilibrio y la armonía se mantienen en la realización de muchas esculturas, pero hubo un poco de trepidación y dinamismo en las formas y expresiones que las esculturas de Miguel Ángel Buonarroti son un ejemplo.
  • En la pintura. aunque gran parte de ellas se mantienen equilibradas y armoniosas con las obras de Rafael se introducen aportaciones revolucionarias como la técnica del esfumato y la perspectiva aérea de Leonardo da Vinci.
  • Se produce la incursión de los primeros pintores manieristas como Rafael, Tiziano y Giorgione cuya obra muestra cierto distanciamiento de la armonía clásica del conjunto como el periodo rico el cenit.
  • Una respuesta anticlásica a los dogmas del clasicismo se produce en la segunda mitad del siglo XVI con el movimiento del manierismo, que son el preámbulo del futuro estilo barroco.
  • El arte comienza a inclinarse a finales del siglo XVI hacia la tensión frente al equilibrio clásico, el confinamiento espacial y la tensión frente a la amplitud del espacio, el contraste frente a la luz homogénea, el cromatismo intenso frente a la aplicación suave del color. Sus obras adquieren un volumen enorme, parecen gigantes frente a la gracilidad y la perfecta dimensionalidad de antaño.

La bacanal. Tiziano

  • La alta expresividad de las emociones se muestra contra el idealismo esquemático. Pero sobre todo se aprecia el aumento de la sensación de inquietud y ansiedad en contraposición al habitual ambiente de calma y orden clásico. Toda esta expresión agitada y las distancias a las proporciones clásicas abren el camino al periodo entrante en el arte.

Tras analizar el surgimiento, evolución y consolidación de este movimiento innovador en el Arte se puede apreciar lo importante y rompedor que fue en el desarrollo no sólo de las creaciones artísticas del hombre, sino también lo revolucionario y trascendente que fue en el desarrollo de la historia de la humanidad en general. Los estudios sobre las etapas clave del Renacimiento nos ayudan a comprender los cambios radicales que desencadenaron, y que pusieron en marcha el progreso de una nueva era moderna con mentalidad abierta. Una época en la que los hombres se atreven a situar la figura humana como centro del todo universal en lugar de girar exclusivamente en torno a un dios.