logo_officemat2
cubismo_arte

Los preludios de la abstracción: El suprematismo

Pueden parecerte obras de Miró, pero el movimiento surgió en una época anterior y en otro lugar… Sea como fuere, su interés artístico trasciende hasta nuestros días para que sigamos admirando sus creaciones artísticas.

 

La primera exposición real de pinturas suprematistas tuvo lugar en diciembre de 1915 en San Petersburgo. La exposición incluía treinta y cinco cuadros abstractos de Kazimir Malevich, entre ellos el famoso cuadrado negro sobre fondo blanco (Galería Estatal Tretyakov, Moscú) que encabezaba la lista de sus obras en el catálogo. Y podríamos confirmar que aunque no se diga a los cuatro vientos, los rusos fueron los primeros que crearon arte en los primeros años del siglo XX con Kazimir Malévich a la cabeza. Este artista empezó a promover la tan llamativa abstracción que serviría de inspiración para otros artistas, arquitectos y por supuesto diseñadores de todas partes del mundo.

 

En 1927 Malevich publicó su libro El mundo no objetivo, uno de los documentos teóricos más importantes del arte abstracto. En él escribió: «En el año 1913, intentando desesperadamente liberar al arte del peso muerto del mundo real, me refugié en la forma del cuadrado». A partir del «cuadrado suprematista», como él lo llamaba, Malevich desarrolló toda una serie de formas, como rectángulos, triángulos y círculos, a menudo con colores intensos y hermosos. Estas formas flotan sobre un fondo generalmente blanco, y la sensación de color en el espacio en la pintura suprematista es un aspecto crucial.

 

El suprematismo fue uno de los movimientos clave del arte modernista. Tras el ascenso de Stalin a partir de 1924 y la imposición del realismo socialista, la carrera de Malevich languideció. En sus últimos años, antes de su muerte en 1935, pintó cuadros figurativos. En 1919, el artista El Lissitzky conoció a Malévich y recibió una fuerte influencia del suprematismo, al igual que el húngaro Laszlo Moholy-Nagy.

 

Los suprematistas simplifican, ordenan todo, reducen los colores y, así, quizás los espectadores de una obra nos olvidemos que estamos ante una representación, sino ante todo el universo reducido en un cuadrado. Estos artistas pueden trasladarnos a un universo sin objetos. Su arte no descriptivo se convierte en un «sin indicio visual posible». Quizás conseguir representar «el vacío» o «la nada», que viene a ser representarlo todo es lo que más nos llama la atención. Pero… ¿cómo llegaron a representarla?. Pues sencillamente no pudieron, pero sí que pudieron crear arte centrado sólo en las propiedades físicas de la propia obra. De esa manera los espectadores podrían llegar a la pura y simple sensación.

¿Eres un creativo o un artista innato? ¿O quizás una mente inquieta que busca realizar nuevas creaciones constantemente? Sea como sea, ven a Officem@t, tenemos todo el material de Bellas Artes que puedas necesitar para tus creaciones.