El Manierismo es un estilo de pintura poco reconocido fuera de las bellas artes puras. Pero no por ello tuvo menos implicación en las mismas. Es por esto que en este articulo trataremos de analizar sus características principales y elementos clave.
El Renacimiento como punto de partida del Manierismo
El manierismo representa su punto de partida en el renacimiento. Un movimiento que es reconocido como, en ocasiones, una continuidad del renacimiento, y en otras ocasiones, como una ruptura muy poco pronunciada. Lo cierto es que coincide con la muerte de grandes maestros del renacimiento, como es el caso de Leonardo y Rafael. Quizás por esto la mayoría de las obras de este movimiento comparten mucho con las obras del Renacimiento. Muchas de ellas eran ofrendas, dedicatorias, a los grandes maestros del renacimiento, ya muertos, junto con el apogeo del movimiento.
Fue como la última bocanada de aire del renacimiento. Una última marca en el mundo, un último homenaje a una época que ya nunca podía volver. Además, el entorno también se vio muy representado en ese momento, estableciendo una subjetividad muy interesante. Estamos hablando de una época de crisis económica y religiosa. Económica, en el sentido que la mayoría de potencias del viejo mundo estaban experimentado unas caídas y un declive considerable. También estamos en un periodo de crisis espiritual, donde la reforma protestante estaba cuestionando los cimientos del catolicismo.
También era un periodo de campañas militares considerables. Una Italia rota entre varios monarcas de países europeos, mayoritariamente España y Francia. El caos y la decadencia de este periodo encuentran su forma en las obras de arte de este movimiento.
Características fundamentales del Manierismo
Esa decadencia encontró forma en representaciones deformadas de la realidad. La realidad no se intenta representar de la forma más objetiva posible, sino que se procurara que la subjetividad tomara forma en representaciones de los cuadros. Esto es una ruptura con las características principales del renacimiento, ya que se deja de representar el orden y la perfección y se considera la representación del declive de la época.
Este declive también forma parte del reconocimiento a los grandes clásicos del Renacimiento. Es un reconocimiento a que las grandes obras de estos artistas ya no pueden volver a ser reconocidos, ni la época gloriosa volverá en poco tiempo. Si bien es cierto que alguno de estos grandes artistas, como es el caso de Miguel Ángel, ya representaba en alguna de sus obras características intrínsecas del Manierismo.
El Manierismo también encontró respuesta más allá de Italia. Se propagó sobre todo hace el centro y norte de Europa. En momentos de conquistas bélicas también se podía propagar la cultura, ciencia y el arte. Fue precisamente el caso del Manierismo. En una búsqueda de inspiración en el declive de lo que era Europa en ese momento, los artistas representaron realidades con contrastes depresivos y fríos.
Una vez que el Manierismo desapareció de Italia, consiguió arelarse en los países nórdicos durante más tiempo. Así, el Manierismo consiguió perseverar en el centro de Europa y sobre todo en el norte durante mucho más tiempo.
Materiales utilizados en el manierismo
Principalmente en la pintura se utilizaron materiales orgánicos quemados, carbonizados o parcialmente quemados, también arcilla o silicato de hierro. La fermentación de la uva en platos de cobre ofrecía tonalidades cobre, así como el negro carbonilla, la tierra verde o la tiza y el blanco de plomo también aportaron las tonalidades para la época.
Hoy en día utilizamos otras técnicas, pero pueden llegar a emularse mediante óleos, pasteles y otros pigmentos. En Officem@t tenemos mucho que enseñarte. Visítanos y podrás comprobarlo.
