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La historia de la calculadora y su importancia para las matemáticas

Por definición, una calculadora es sin duda el mejor dispositivo que podemos utilizar para realizar cálculos aritméticos. Aunque las calculadoras modernas a menudo están integradas en computadoras de uso general, están diseñadas para realizar ciertas operaciones para hacerlas más flexibles. Por ejemplo, hay calculadoras gráficas dedicadas a áreas de matemáticas gráficas como la trigonometría y la estadística.

Tener una comprensión básica del desarrollo de la tecnología a lo largo de la historia puede ayudarnos a predecir el crecimiento potencial de la tecnología por venir. Aquí, los profesionales de Techmart lo llevan a través de la historia de la calculadora y cómo llegamos a tener los dispositivos ubicuos que usamos todos los días.

La historia de la calculadora: Antes del s.XX ya se utilizaba

Sea que utilices la calculadora a nivel estudiante o profesional. ¿Te imaginas tener que realizar todos los cálculos en un examen o un día de trabajo cualquiera sin ella? Hoy en día es casi imposible imaginarlo. De hecho, las calculadoras que conocemos a día de hoy no se inventaron hasta los años 70. Y la incorporación de ellas en los smartphones no fue hasta finales de los 90. Pero no por esta razón no se tuvieron otro tipo de máquinas más rudimentarias, pero que ayudaron a realizar cálculos rápidos y precisos. 

La primera herramienta que se utilizó para realizar cálculos: El Ábaco

La primera herramienta o calculadora de la que tenemos constancia es el ábaco. No tenemos constancia exacta de cuándo se inventó, pero lo más probable es que fuera sobre el 2500 a.C. Esta herramienta es una tabla de columnas con objetos movibles (al principio se utilizaron piedras) con los que moviéndose se conseguía sumar o restar. Los chinos por otra parte utilizaron alambres dentro del bambú para que fuera más fácil de utilizar. 

La problemática de esta herramienta era que para dividir o multiplicar no era útil, por lo que se requirió de otro artefacto. 

El primer dispositivo: El matemático John Napier

Ahora damos un salto en el tiempo hasta mediados de 1600 dC cuando se utilizó el cálculo con varillas. John Napier realizó escritos que se conocieron como los huesos de Napier. Dichos huesos eran varillas con las que el usuario determina la suma cambiando la alineación vertical y leyendo horizontalmente. Si bien estos cálculos ayudaron, realmente no eran calculadoras al uso con las que trabajar sino más bien unos trucos mentales para agilizar la faena. 

La primera calculadora: El matemático Blaise Pascal

En 1642, se inventó la primera «calculadora» verdadera: una que realizaba cálculos a través de un mecanismo tipo reloj. La calculadora Pascal, que inventó Blaise podemos decir que fue la primera calculadora mecánica con la que se empezó a calcular de forma más rápida. El problema que surgió fue la dificultad de producirlas y por esta razón se fabricaron muy pocas. Luego se consiguió producir de forma más rápida, pero por su volumen no eran realmente prácticas. 

La primera calculadora de mano: Curt Herzstark

El  inventor de este subtítulo creó la primera calculadora mecánica manual a mediados de 1940. Ésta se basaba en un diseño que había sido creado anteriormente, concretamente en el 1938. Tenía la forma de un molinillo y por su facilidad de fabricación las calculadoras se produjeron en grandes cantidades hasta 1970. Décadas después una empresa en Japón inventó la primera calculadora digital pequeña. y la demanda del dispositivo anteror se esfumó. 

El cambio: El primer teléfono inteligente

Cuando llegó el smartphone a nuestras vidas, todos empezamos a utilizar aplicaciones que hacían el uso de una calculadora. De hecho grandes fabricantes tuvieron que adaptarse para poder equilibrar la balanza y ofrecer diseños más modernos y adaptables. 

En estos días, podemos ver que las calculadoras no solo han mejorado muchísimo nuestra capacidad para realizar los cálculos diarios, sino que también nos han ofrecido la capacidad de comprender las matemáticas en una escala mayor de lo que nunca imaginamos. Los cálculos más difíciles de realizar y que en su día eran una tarea laboriosa ahora se realizan con un par de “clics”. Las calculadoras científicas con gráficos y funciones avanzadas siguen siendo top ventas para estudiantes y para oficinas, por lo que todavía les queda una larga vida por delante. Además, el uso de las mismas tiene un consumo muy bajo en comparación con los smartphones y su uso es sin lugar a dudas mucho más cómodo. 

En officemat tenemos de bolsillo, de sobremesa, gráficas y científicas, así como impresoras. Puedes visitar nuestra tienda online o nuestra tienda física, como prefieras.